martes, 7 de noviembre de 2006

"Que impresión producía el rojo de la sangre contra el blanco del lavabo de porcelana, pensé. con cuánta viveza llegaba aquel color a la imaginación, vaya sacudida estética. En comparación, los demás fluidos que segregábamos eran pálidos, chorritos apagados. Babas blancuzcas, semen lechoso, meados amarillos, mocos verdosos. Excretámos colores de otoño e invierno, pero corriendo invisible por nuestras venas, la esencia misma que nos mantenía con vida, estaba el carmesí de un pintor enloquecido; un rojo brillante como pintura fresca."
Paul Auster,
La noche del Oráculo.

1 comentarios:

Pedro Francisco Almaida dijo...

Interesantes palabras amigo Martín. Me gusta entrar en estos escaparates de imágenes y palabras. En estas mañanas en que llego al departamento me encuentro unos instantes para mí en el ordenador y estoy fuera de todo para luego entrar a trabajar sabiendo que soy más que eso. Te mostraré alguna otra foto de la laurisilva aunque te advierto que es muy difícil captar con la cámara lo que allí se respira.
Espero que tengas un buen día guapetón.